Después de varios intentos fallidos de realizar una vía de largos en Vva. del Rosario, estábamos ya por fin, a tan solo unas horas de lo que iba a ser nuestra primera experiencia en una vía de largos en escalada deportiva.
Así sobre las 14:30 salíamos de Málaga con mucha ilusión hacia la barriada de El Chorro, teníamos todo a punto, el material contado, comida para almorzar una vez allí ahorrando tiempo, y un delicioso café de la mano de mi compañera que hizo la vez de postre y evitó, quizás, que cayésemos rendidos tras los filetes, la ensalada de arroz y la plácida sombra de un robusto árbol.
Ya descansados, nos ponemos en búsqueda de nuestra vía, Espolón Oderse, una bonita vía de iniciación en las vías de largos, superando primero una pequeña vía ferrata. Después de tantas vueltas, al fin encontramos lo que parecía ser nuestro objetivo.
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| Croquis de Espolón Oderse |
Empiezo con el primer largo, que sería aproximadamente un IV, que no hay que subestimar, al igual que todos los demás largos, por los grandes alejes entre chapas. Y así nos vamos intercalando los largos, así mi compañera monta y encadena el segundo y último largo de la ruta.
Las reuniones, los nudos y las técnicas impecables, una alegría llegar a cumbre de la mano de Helena y abrazarnos, así como cuando llegamos al suelo, después de un par de complicaciones rapelando, y es que la escalada no se acaba hasta que se llega a casa.
